1. Los tanques de almacenamiento de gasolina
La gasolina vendida en las estaciones de servicio se almacena bajo tierra en depósitos subterraneos. Cada uno tiene capacidad para miles de litros de gasolina. Hay al menos dos de estos tanques por estación y cada tanque por lo general tiene un tipo diferente de gasolina. Tener los depósitos de combustible subterráneos presenta un problema obvio: la gasolina debe llegar a un distribuidor (y al tanque de gasolina de tu automóvil) que están ubicados por encima de estos, así que tiene que desafiar la gravedad para llegar hasta allá.
Para mover la gasolina de su escondite subterráneo hasta el nivel de la calle, en la mayoría de las estaciones de servicio se hace con uno de los dos tipos de bomba - una sumergible o una de succión:
Bomba sumergible. Como su nombre lo indica, se sumerge por debajo de la superficie del líquido, donde se utiliza una hélice para impulsar el combustible hacia arriba. Las palas inclinadas de la hélice giran con el motor y mueven el líquido como un ventilador de casa empuja el polvo o el cabello.
Bomba de succión. Mueve la gasolina con el principio de la presión desigual. Un motor por encima del nivel del líquido elimina suficiente aire de la tubería para disminuir la presión del aire por encima de la gasolina. El propulsor continúa eliminando el aire hasta que la presión del aire por encima de la gasolina es menor a la presión del aire que empuja hacia abajo el combustible fuera de la tubería. Cuando la presión del aire dentro del tubo es lo suficientemente baja, la gasolina simplemente sube hacia el dispensador en la superficie.
La principal ventaja de una bomba sumergible sobre una bomba de aspiración es que la hélice puede empujar el fluído a una distancia vertical mayor. Sin embargo, debido a que los tanques de gasolina en la mayoría las estaciones de servicio se encuentran a sólo unos metros por debajo del dispensador, una bomba de succión es generalmente más que adecuada para la tarea en cuestión.
2. La válvula de retención
Cuando el bombeo de la gasolina está completo y el motor de la bomba se apaga, la gasolina dentro de la tubería no vuelve a caer en el tanque. Por el contrario, se queda atrapada dentro de la tubería gracias al trabajo de la válvula de retención. Ésta se encuentra por encima de la de gasolina dentro del tubo y crea un sello hermético. Aunque la parte inferior del tubo está abierta, la presión de vacío creado por la válvula de retención mantiene el combustible en su lugar. Esto es como cuando tomas una bebida por medio de un popote y con tu dedo tapas el conducto superior para sostener el fluido sin que se caiga.
Utilizando una válvula de retención para mantener el líquido dentro del tubo, evita un desgaste innecesario de la bomba de succión y asegura que el suministro de gasolina se mantenga en la tubería para que el próximo cliente no tenga que esperar a que se extraiga desde abajo. Puede no parecer gran cosa, pero el proceso puede tardar de 10 a 15 segundos. Eso no es una espera muy larga, pero puede ser una eternidad cuando estás esperando que la gasolina llegue. Por otro lado, la energía que impulsa a las bombas por lo general proviene de la misma red eléctrica que alimenta las luces y los aparatos en tu casa y requeriría consumir más energía para llenar los tanques de los autos y se vería reflejado en el precio que se paga por ella.
3. El medidor de flujo
Ahora que la gasolina está en camino hacia el auto y se está bombeando ¿cómo sabe el dispensador la cantidad de gasolina que se inyecta al vehículo?
La gasolina que viaja hacia arriba en el dispensador, pasa a través de una válvula reguladora que mide la velocidad del flujo de combustible. Esto lo hace a través de una membrana de plástico que se comprime más y más estrechamente por el tubo conforme el flujo de gasolina aumenta, dejando siempre espacio suficiente para que la cantidad correcta de gasolina pase a través de él. Si se ha establecido una cantidad predeterminada de combustible a bombear, el flujo de gasolina se reducirá a medida que se aproximan al límite.
Las estaciones de servicio son el núcleo de la distribución de carburantes. De su correcto funcionamiento depende todo el sistema de transporte. Por esta razón disponen de numerosos sistemas de seguridad y control, además de cumplir severas directrices medioambientales.
Prohibiciones:
Por razones de seguridad, en sus inmediaciones está prohibido fumar y estacionar con el motor y las luces encendidas. Es conveniente no utilizar aparatos electromagnéticos como el teléfono móvil.
Área de servicio:
Las instalaciones para la distribución del carburante son una parte de todo el complejo, ya que habitualmente también disponen de áreas de esparcimiento y ocio que incluyen por ejemplo tiendas, cafeterías etc.
Surtidores:
Conectan con los diferentes tanques subterráneos para distribuir el carburante. Disponen de sistemas informáticos de bloqueo y electroválvulas de seguridad que ante cualquier incidente bloquean el servicio
Tanques:
Tanques suberráneos de gran capacidad (entre 10.000-40.000 litros) almacenan las gasolinas y gasóleos. Están fabricados de metal y cubiertos con un aislante interior y con hormigón en el exterior. Disponen de detectores de fugas y sistemas de extracción de los gases liberados por las gasolinas
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